Opinión: ¿Y los Colegios de Abogados?, ¿Dónde están?

Quizás algunos colegas se sentirán incómodos con los siguientes comentarios, que traigo a propósito de conversaciones que he tenido en los pasillos de los Tribunales, en reuniones sociales, inclusive, a través de las redes sociales que manejo, por las que me hacen llegar muchas inquietudes. No pretendo hacer de éste artículo un sermón ético o moral, ni tampoco pretendo echar culpas al azar, puesto que hoy en día el gremio es lo que es, porque el gremio así lo ha decidido, pero es inevitable no sentirse responsable o culpable de lo que está sucediendo.

Soy conocida por ser una idealista, "Las cosas tienen que ser como tienen que ser, sino, no sirven", más de un vez he caído en defender lo que muchos creen indefendible, por idealismo - y éso que soy adepta al procesalismo-, me indigno, me tomo la justicia muy en serio, puesto que no acepto que nadie, por muchos años de graduado que tenga, por mucho poder, o por estar en un cargo de Juez, Secretario o Fiscal, juegue a su antojo con la justicia, ¿Cómo si la justicia no tuviera quien la defienda?, en mi caso, por lo menos trato de hacerlo, así existan algunos dedos señalándome en el camino. Más de una vez he escuchado decir -¡Ése es el espíritu del recién graduado!-, yo pienso, que debe ser el espíritu de todo Abogado, de lo contrario, ¿Para qué estudiamos Derecho?.

Dicho lo anterior, caigo en el tema de los Colegios de Abogados, me parece aberrante la actitud del gremio, escucho a muchos colegas decir -¡Es que el Colegio de Abogados no sirve!-, pero, ¿Quienes conforman el Colegio de Abogados?, no es sólo la Directiva, también lo conforman los asociados, entonces, ¿Quienes son los que determinan las actividades del Colegio?, ¿Quienes deben proponer las respectivas modificaciones estructurales, organizativas o normativas?, ¿Quienes deben solicitar las distintas auditorias o interpelar por nuestros beneficios, nuestros derechos, nuestras necesidades?, ¿Quienes deben pedir a la Directiva se pronuncie acerca de las distintas situaciones sociales, en especial, de las violaciones de derecho que está viviendo la sociedad venezolana en el presente momento histórico?, ¿Quienes deben pedir la convocatoria a elecciones dentro de los distintos Colegios de Abogados para revocar las directivas, si a consideración de nosotros, no están haciendo su trabajo?. Es absurdo pues, sólo quejarnos y no abogar, sí nosotros, los que manifiestamente estamos inconformes del trabajo de las Directivas de los Colegios, somos los que debemos representar éstos roles, entonces, ¿Quienes son los que verdaderamente no sirven?, ¿Las Directivas que meramente dan apariencia de llevar sólo un trabajo de administración dentro de la organización, o los miembros asociados a los Colegios que en sí mismos conforman la organización?.

Tenemos una organización, pero no somos capaces de organizarnos, tenemos una voz, pero no somos capaces de hacerla escuchar. Lo que más me indigna, es que pretendemos defender a otros, pero somos incapaces de defendernos de nosotros mismos, de decir lo que opinamos por miedo al repudio del gremio, por ganarnos algún enemigo, o simplemente, porque a nadie le gusta oír la verdad. En vez de estar echándonos culpas, deberíamos comenzar a unirnos por un cometido común, primero más que nada, la justicia, luego, nuestra profesionalización, y más especial, nuestra reputación, y no hablo de la reputación individual de cada abogado en su campo laboral, sino, de nuestra reputación colectiva, como gremio, lo que se supone es lo que somos, pero muchos han olvidado. 

Todo lo malo que se diga de la actividad de los Abogados y de los Colegios de Abogados, es responsabilidad del gremio, y en éste punto, no me refiero, aunque tenga un poco que ver, a aquellos comentarios que surgen en pasillos acerca de los Abogados irresponsables, con poca ética y sentido de la profesión, que se encargan de estafar a los clientes y hacer toda una pantomima del Derecho, que lamentablemente existen, y completamente repudio; sino, a las fallas de la organización, a la inactividad gremial para la colocación de denuncias ante los organismos correspondientes por las violaciones de derechos subsistentes día a día en nuestro país, la falta de pronunciamiento acerca de las decisiones emanadas del Tribunal Supremo de Justicia que completamente profanan la Constitución y las normativas jurídicas venezolana, los atentados contra la democracia, contra la soberanía, contra la libertad, contra la igualdad, y contra la justicia misma.

Me parece irónico ver pronunciamientos aislados de otras organizaciones de Abogados, que privadamente en ejercicio de sus labores de defensa de los derechos de los venezolanos, se encuentren en éste momento activamente denunciando las violaciones de derechos que se cometen, un ejemplo de ello es el Foro Penal, e individualmente, algunos Abogados, en especial los de más larga trayectoria, pero que ninguno de estos pronunciamientos han sido activamente respaldados por el gremio, y es cuando me pregunto, ¿Dónde están los demás abogados y los Colegios de Abogados?. 

Los Colegios de Abogados deberían estar activamente trabajando en explicar al pueblo toda la situación jurídica que se está viviendo y llevar propuestas y soluciones ante los distintos organismos, inclusive, los internacionales, pero pareciera, que ésta actividad sólo se la están dejando a las Organizaciones Políticas, a lo que comento, sólo velaran por intereses políticos, que en algunos casos, pudieran ser jurídicos y en otros no. Entonces, ¿A quienes les toca velar por la actividad jurídica, la adecuación del Estado a la democracia, el rescate de todos los principios de la democracia, el rescate de las leyes, el rescate de las instituciones dónde activamente ejercemos labores los abogados como el Ministerio Público, la Defensoría Pública, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría del Estado, y la más importante de todas, el rescate del Tribunal Supremo de Justicia?, ¿A las Organizaciones Políticas?, amigos, déjenme decirles, la política es una cosa, la justicia es otra, podrá existir la justicia en la política, pero jamás debe existir, la política en la justicia. Y ésto quiere decir, en palabras menos palabras más, que debemos dejar la política a los políticos, pero la justicia, sólo debe estar en manos de los Abogados, y es aquí dónde el gremio más ha fallado, se ha vendido a la política, indistintamente, de la posición a la que se han ido adecuando, y se han olvidado del carácter objetivo de nuestra profesión.

¿En que momento perdimos nuestro norte?, ¿En que momento dejamos de ser lo que somos?, ¿Qué día vendimos nuestra consciencia?, sí precisamente, nuestra consciencia social y nuestro sentido de justicia era lo que mantenía todo en equilibrio. Dicho ésto, los invito a todos y cada uno de ustedes, a dejar las diferencias de lado y comenzar a organizarnos, puesto que ésta lucha, es una lucha de consciencia, y así concluyo, llamando a la consciencia de cada uno de ustedes, puesto que, Abogado venezolano que no se pronuncie acerca de las violaciones de derechos que comete éste gobierno, se hace cómplice de la injusticia.

Oreana Díaz
Abogada

P.D: Ésta idealista, es egresada de la Universidad de Margarita en al año 2010, pero la grandeza de cada uno de nosotros no proviene de aquel lugar que nos otorgó el título, sino, de lo que llevamos en el alma.