"El acuerdo de mentiras del Gobierno y la MUD (Diálogo)", Parte II, Por: Abg. Oreana Díaz


El segundo punto del comunicado, está relacionado al contexto político, sin embargo, las decisiones que tomaron en el buró político, afectaron directamente las disposiciones establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela con respecto a los  Derechos Políticos de los ciudadanos venezolanos, muy especialmente, acordaron una violación a los Derechos Políticos de la población del Estado Amazonas, disponiendo del Derecho del sufragio de éstos, sin tener, como ya expliqué en la primera parte de éste análisis, la legitimación de disposición de los Derechos Políticos de éstos. En ése sentido, ocurren una serie de cosas en ésta parte del comunicado, que son sumamente preocupantes, y dan la apariencia de ser más unas órdenes de un régimen totalitario, que un acuerdo. Así tenemos que con respecto a la crisis política que vivimos, se acordó:

II
“En el campo político, se acordó avanzar en la superación de la situación de desacato de la Asamblea Nacional dictada por el Tribunal Supremo de Justicia. En ese sentido se acordó instar a los poderes públicos competentes a actuar en la resolución de la situación del caso Amazonas en términos perentorios.
En el mismo contexto, se asumió el acuerdo de trabajar conjuntamente, en el marco de lo establecido en la Constitución, para el nombramiento de los dos rectores del Consejo Nacional Electoral, que culminan su mandato en diciembre 2016”.


Reina el sarcasmo en el acuerdo, cuando el Gobierno hace las veces de ser progresista y decide “perdonar” el supuesto Desacato de la Asamblea Nacional que le fue levantada a la institución pública después que se decidiera proclamar a los 3 Diputados electos en el Estado Amazonas, cuya proclamación se había suspendido por una Medida Cautelar que emitiera la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, que ordenaba la desincorporación de los Diputados de Amazonas, mientras se decidía en el Juicio si realmente había existido o no un fraude electoral (Sentencias de la Medida Cautelar, inclusive, la Definitiva, podían ser revisables), a la fecha del comunicado conjunto que emitió la MUD y el Gobierno no existía una Sentencia Definitivamente Firme, en la que se declarara que efectivamente el proceso electoral realizado en Amazonas por las que resultaron electos éstos 3 Diputados de la Asamblea Nacional, era fraudulento. Sin embargo, resulta que tal Desacato nunca existió, puesto que bajo ninguna medida, la proclamación de un diputado puede suspenderse, puesto que deviene de la expresión de la voluntad de un pueblo que está por encima de cualquier poder público o del Estado, ni existe en la Constitución, ni en la ley electoral, ni en las demás normativas o reglamentos del Poder Electoral, una figura jurídica que ampare una “desproclamación”, como así lo ha hecho entender inconstitucionalmente las decisiones el Tribunal Supremo de Justicia, y bajo cualquier duda razonable de un fraude en un proceso electoral, por su naturaleza jurídica debe primero demostrarse, puesto que en caso contrario, la imposición de una Medida Cautelar que suspenda los efectos de un proceso electoral, sin que se haya probado, comporta en sí misma una violación de los intereses colectivos de los ciudadanos.

Pero el descaro de la violación de derechos en éste pacto va más allá de las violaciones que ha cometido el Estado con el levantamiento de una Medida Cautelar ilegalmente impuesta por parte del Tribunal Supremo de Justicia, y no permitir el cumplimiento del mandato Constitucional, violando la soberanía del pueblo, especialmente, yendo contra de la voluntad de los ciudadanos de Amazonas que decidieron en ejercicio del derecho al sufragio que los Diputados Nirma Guarulla, Julio Haron Ygarza y Romel Guzamana, representarían sus curules en la Asamblea Nacional, y es que, el Estado habla de perdonar el Desacato ilegalmente impuesto, al mismo tiempo que insta a los Poderes Públicos (Ejecutivo, Judicial, Electoral y Moral) a “actuar en la resolución de la situación del caso Amazonas en términos perentorios”, es decir, que éste supuesto “perdón” del desacato, es un reconocimiento del Gobierno de la nulidad del procedimiento que se llevó a cabo ante el Poder Judicial para anular fraudulentamente la mayoría calificada de la Asamblea Nacional al desincorporar por un supuesto fraude electoral a los diputados de Amazonas, ya que a quien le competía conocer del supuesto fraude era al Consejo Nacional Electoral, y al no haberse realizado por ésta instancia, sino, ilegítimamente, y bajo un efecto de usurpación al Poder Electoral, por el Poder Judicial, se llevó ante el Tribunal Supremo de Justicia; es por ello que estamos ante la evidencia de un proceso completamente nulo, y que el fallo en su definitiva era absolutamente inejecutable, y que el Gobierno, a la fecha del Dialogo no tenía como demostrar el fraude, puesto que al instar al cuerpo del Poder Público iniciar procedimientos perentorios con respecto al supuesto Desacato de la Asamblea Nacional, literalmente, está ordenando detener toda investigación relacionada al caso a través de las vías procesales, que ponen fin al proceso por pérdida de interés, falta de impulso procesal o por haber caducado el lapso para poderlo intentar.

En palabras más sencillas, el gobierno tácitamente está reconociendo la arbitrariedad de sus actuaciones y la imposibilidad de demostrar el supuesto fraude, y la MUD, sin legitimación alguna vuelvo a insistir, por aquello que no representan por mandato la soberanía de los ciudadanos venezolanos, dispone ilegalmente de los Derechos Políticos de los ciudadanos de Amazonas, dejándose llevar por la ambición de Poder para “restituir” al Poder Legislativo, y acepta éste “perdón” del Gobierno a costa de realizar unas nuevas elecciones en el Estado Amazonas, elecciones que el pueblo de Amazonas no está pidiendo, elecciones que mucho menos han sido ordenadas por un Tribunal de la República, y proceso electoral anterior que menos ha sido anulado por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, cuya validez del proceso electoral se está demandando en representación de los ciudadanos del Estado Amazonas. Es lamentable que éste acuerdo signifique una mayor violación de derechos, que la propia violación de derecho al voto de los venezolanos cometida por los Tribunales Penales quienes incompetentemente anularon el proceso del Referéndum Revocatorio en el mes pasado, puesto que ésta violación se constituye en el desconocimiento de un proceso electoral, legítimamente realizado, legítimamente válido, eco de una expresión y una voluntad ciudadana, constituyéndose aquí un reconocimiento de unos pocos que representan unos partido político de fraude electoral, que no ha sido probado, ni mucho menos legalmente declarado el Poder Electoral o la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia.

Es cuando me pregunto, ¿Cómo puede aceptar la MUD tal aberración jurídica, irrumpiendo todos los procesos judiciales y extrajudiciales que se estaban llevando a cabo para demostrar la legitimad del proceso electoral y la validez de la razón de un pueblo?, y más aún, ¿Con que Derecho disponen y violan un Derecho Constitucional de los ciudadanos de Amazonas?, tal acto es una evidente imposición del gobierno, a cambio de dejarles el camino libre en la Asamblea Nacional para “Legitimarla” y reconocer el Poder, poniendo fin supuestamente, al conflicto de Poderes Públicos que vivimos – lo que no se garantiza, ya que sigue existiendo la posibilidad de que todo acuerdo que llegue la Asamblea Nacional se solicite su nulidad ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, y es de conocimiento público y notorio lo que ello significa-. No cabe a mi entendimiento que tras la experiencia política e histórica, éste acuerdo se haya firmado “inocentemente”, creyendo éstos que con el levantamiento del supuesto Desacato la Asamblea Nacional podrá actuar con normalidad, ya que el autoritario, seguirá siempre siendo autoritario, y el que ambiciona el poder, siempre lo buscará. La MUD decide sacrificar los Derechos Constitucionales de un grupo de ciudadanos y la expresión de su voluntad en ejercicio de plena soberanía, por una cuota de Poder, cuando existía la posibilidad de demostrar Judicialmente la legitimidad del proceso electoral realizado en el Estado Amazonas, ya que hasta el momento nunca existió el supuesto fraude electoral. ¿Quiénes son la MUD para negociar la voluntad popular?, ¿Y el Derecho al Acceso de la Justicia?, ¿Y el Derecho a la Defensa?, ¿Y el Debido Proceso?, ¿Y el Pueblo de Amazonas no tiene derecho que se respete su derecho al sufragio?, ¿Y el pueblo de Amazonas no tiene derecho a que se respete su voluntad?, Está diciendo entonces la MUD, que por una cuota de poder, reconocen aquí lo que el Gobierno no ha podido demostrar. 

Luego expone el acuerdo “En el mismo contexto, se asumió el acuerdo de trabajar conjuntamente, en el marco de lo establecido en la Constitución, para el nombramiento de los dos rectores del Consejo Nacional Electoral, que culminan su mandato en diciembre 2016”. Un logro a término medio, puesto que claramente es evidencia que el nombramiento al cargo de 2 rectores que “representen la oposición al gobierno”, no será exactamente así, al hablar que dicho nombramiento se realizará de manera conjunta, estamos hablando que la MUD podrá postular todos los candidatos a rectores que quiera, pero serán aceptados por el gobierno sólo 2 rectores, los 2 rectores que para el Gobierno represente una “objetividad”, o en palabras menos elegantes, los 2 rectores que a éstos les dé la gana de aceptar.


En el contexto de los acuerdos sobre los Derechos Políticos de los Venezolanos, nada se pronuncia acerca de una salida democrática y Constitucional del Presidente de la República Nicolás Maduro Moros, ni de las elecciones Gubernamentales las cuales por mandato Constitucional deben realizarse. ¿Aceptamos la inconstitucionalidad de la realización de un nuevo proceso electoral en el Estado Amazonas, y no exigimos el cumplimiento del mandato constitucional a lo menos de las elecciones Gubernamentales?, no menciono el Referéndum Revocatorio, puesto que bastante ya se ha hablado de esto, y mucho hay que asumir sobre su fracaso.